Artículo de opinión escrito por Gustavo Mauricio Núñez Avendaño, Presidente del Comité Micros y Pequeñas Empresas | Presidente CEO Grupo CETi | Vía Milenio
De acuerdo con el CONEVAL en este 2023 hay 46.8 millones de población en situación de pobreza, lo que significa que 36.3% de mexicanos viven con problemas económicos, pero adicional tener diversas carencias en materia educativa, acceso a servicios de salud, acceso a seguridad social, espacios de vivienda digna, acceso a servicios básicos de vivienda, alimentación nutritiva y de calidad.
Otro índice del CONEVAL nos dice que de esos 46.8 millones de mexicanos, las personas con un ingreso inferior a la línea de la pobreza extrema por ingresos son 15.5 millones de población.
Aun cuando estos indicadores son positivos comparados con los resultados del año 2020, momento en el que estábamos en medio de la crisis sanitaria del COVID 19, hoy en el 2023 significa que hubo una disminución en el número de pobres en nuestro país, sin embargo, no podemos ser indiferentes ante la situación que viven todas estas personas en su día a día con carencias y falta de oportunidades.
El sector empresarial sin duda es un actor protagonista en generar valor al desarrollo económico y social de nuestro país con la creación de oportunidades y de una economía de mercado que permite a las personas tener oportunidades en materia económica y social.
Son las empresas las que constituyen un habilitador importante para combatir a la pobreza a través de un modelo de desarrollo inclusivo, donde pongamos al centro a las personas para hacer frente a la pobreza educativa, sanitaria, financiera, de vivienda y alimentaria.
Por lo anterior si hacemos un zoom, es importante identificar que las Micros y Pequeñas empresas representan el 99% dentro del sector empresarial formalmente constituido; quienes aportan el 52% del producto interno bruto; donde también en promedio generan 45 de cada 100 pesos y emplean a poco más de 24 millones de personas en nuestro país.
Por ello las Micros y Pequeñas empresas representan una oportunidad para el desarrollo social y económico de nuestro país, donde todos los emprendedores, micro y pequeños empresarios apuestan y trabajan en su día a día para conseguir oportunidades y desarrollar su vocación empresarial rodeado de colaboradores que apuestan por sus objetivos para construir mejores oportunidades para ellos y sus familias.
Es necesario fortalecer a las Micros y Pequeñas empresas en los retos que expresan tener, donde las autoridades en los 3 niveles junto con el sector empresarial deben delinear plataformas de oportunidades que les ayude en su profesionalización, crecimiento y permanencia en su mercado.
Temas como digitalización, innovación, acceso al financiamiento, internacionalización, mejora regulatoria, capacitación y certificaciones son imprescindibles para construir una plataforma donde las micros y pequeñas empresas encuentren respuestas a estas necesidades para motivar su fortalecimiento y por ende impactar de manera positiva en la disminución de pobres y de carencias en la población de nuestro país.
Es responsabilidad de todos contribuir a esta apuesta donde llevemos la voz para que no exista la falta de transparencia, corrupción, polarización, inseguridad, alto gasto regulatorio, extorsión y en general bloqueos en el libre desarrollo de la actividad empresarial por parte de aquellos actores que se deben a construir el bienestar de todos los mexicanos.
De igual forma desde la empresa tener la responsabilidad de habilitar una nueva cultura empresarial que ponga al centro a las personas que permita construir oportunidades para cada uno de sus colaboradores motivando un crecimiento orgánico y plural, siendo un vehículo de cambio para el México que exigimos y merecemos con oportunidades para los sectores más vulnerables. #OpiniónCoparmex